Simojovel.- Simojovel de Allende se encuentra a 150 kilómetros de la capitalchiapaneca, es conocido por su variedad de chiles, pero también por unaartesanía mundialmente famosa: el ámbar, una resina fósil con la que se elaboranjoyas, accesorios y mucho más.
Es un pueblo de clima agradable, una zona de buen café y de gente amable, quese dedica en su mayoría al comercio y a la extracción de este material, sepueden encontrar puestos a lo largo de la carretera, en el centro y en negociosestablecidos.
Don Javier, se dedica a la extracción de ámbar desde hace 30 años, es untrabajo que le gusta pero también sabe que es pesado e implica un gran riesgo,pues se meten a sacarlo sin equipo de protección debido al calor que se puedesentir adentro.
“Tiene uno que saber, las minas son muy peligrosas, se puede venir todo abajo yya hay varios compañeros que han quedado adentro… tiene su chiste, es bonitopero también se piensa, es pesado porque hay días que podemos sacar hastacinco kilos, y otros que no encontramos nada”, comentó.
Como toda labor de minería, el pico y la pala son indispensables, así como lalinterna para alumbrar su camino, pueden encontrar ámbar del claro hasta elmás oscuro, este tiene mayor valor por ser más raro, esto va dependiendo de lastonalidades que presente y del tamaño o peso de la pieza.
Aunque muchos compran el ámbar en bruto, tiene más valor ya trabajado, puesese es otro esfuerzo que se le invierte: transformarlo en un dije, un arete, unanillo, un collar o incluso otros objetos como cruces, flores, mariposas.
Esta resina, hace miles de años se encontraba en forma líquida, al irsedeslizando por los árboles en ocasiones atrapaba algún insecto o animalpequeño, por lo que además de su uso en joyería, también es un material queayuda a conocer el pasado, pues numerosos fósiles que se han vuelto objetosde estudio provienen de una pieza de ámbar.
Aunque este pueblo es mundialmente conocido por ser donde más ámbar seencuentra en la región, la situación para los artesanos es cada vez más difícil,factores como la piratería les afectan en demasía, pues la gente prefierecomprar una pieza que parece ámbar pero es más barata, a pagar el precio justopor la artesanía.
Sobre todo los chinos, se han dedicado a explotar las minas de este material yvender otro que no es real a menor precio, competencia desleal que ha afectadosus ingresos, pues han tenido pérdidas o bajas ventas de hasta el 30 por ciento,y no pueden bajar más sus costos porque no les resulta el negocio.
Si bien el municipio no es un pueblo mágico, sí se puede explorar turísticamente,sobre todo para comparar precios y variedades para adquirir la mejor pieza deámbar, así como degustar la gastronomía de la región: también es el lugar dondese origina el satz, un gusano de árbol comestible que se da en temporada delluvia y se ofrece frito o en diferentes preparaciones.
Además, cuenta con hoteles y posadas accesibles para los visitantes,restaurantes pintorescos y transporte directo a la capital, se ubica a unas treshoras de la misma y está cerca de otros destinos como San Cristóbal, por lo quevale la pena visitarlo y convencerse de su potencial artesanal y turístico.
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